viernes, junio 05, 2009

KINGS: la biblia puesta al dia


Me acuerdo que cuando vi por primera vez uno de esos cuadros renacentistas donde Alejandro Magno o el Rey David aparecían vestidos con armaduras del siglo XV pensé "que patán el pintor, ¿es que no sabia que en esa época esas armaduras no existían?". Con el tiempo me di cuenta de que a menudo lo que los artistas intentaban era adecuar el hecho reflejado en el cuadro a su epoca, para, paradojicamente, resaltar el valor de la leyenda, mito u acontecimiento biblico. Es una manera de recordar que esos hechos se podrian producir en cualquier momento, en lo esencial, que no se trataba de acontecimientos del pasado de los que no podiamos aprender o que no se aplicaban para nada a nuestros tiempos.

En esta linea se mueve la serie "Kings", de la NBC. Un amigo me la recomendo el finde pasado y se bajo rapidamente, y ya me he visto los seis capitulos que han aparecido hasta el momento. En un ambiente completamente moderno vemos como el rey Silas Benjamin de Gilboa (interpretado soberviamente por el veterano Ian McShane) lucha por mantener la paz en su reino frente su agresivo (y agraviado) vecino, Gath. En esa guerra aparece un heroe, un joven llamado David Sheppard, que alcanza la notoriedad por destruir un tanque enemigo, llamado, naturalmente, Goliath.

Al ir contandonos la historia biblica, la serie entrecruza elementos y alusiones contemporaneas, como cuando la multinacional controlada por el cuñado del rey le obliga a continuar la guerra, o cuando para alcanzar la paz definitiva Gilboa debe ceder a Gath una serie de territorios fronterizos, algo que el rey Silas explica a su pueblo en un mapa que recuerda sospechosamente a los de Oriente Medio.

La serie es claramente una apuesta arriesgada, y aunque ha cosechado criticas muy buenas, la audiencia no ha sido tan buena, y su continuidad esta ahora en entredicho. Esperemos que si NBC no va a continuarla alcance algun tipo de acuerdo con HBO o Showtime para que la serie pueda continuar en una de estas cadenas "minoritarias".

martes, marzo 24, 2009

El final de Battlestar Galactica


"Farewell, go well, there is nothing left to say...." dice la cancion de The Pogues (The Body of an American). La que ponen en "The wire" cuando velan a los policias, el cuerpo del compañero difunto sobre una mesa de billar y todos brindando a su salud justo despues de que el sargento Landsman haya hecho uno de sus inspiradas elegias al difunto.

Esta fue una de las primeras ideas que me vinieron a la mente dandole vueltas al final de Galactica del que tanto se esta hablando por la red. Y sí creo que puedo hablar de el sin hacer spoilers, aunque todos quedan avisados.

Tomando de nuevo el papel de Landsman, diremos que aqui yace tras su andadura de cinco años el cuerpo de la serie galactica , tuvo algunos capitulos magnificos, otros de relleno y otros que encantaron a unos y confundieron a otros. Hablo de religion, de las cloacas de la politica, de esperanza y desesperacion, de odio y amor, todo ello en el ambiente cerrado y claustrofobico de la ultima flota espacial de la humanidad, una de las muchas paradojas de la serie, ambientada en el espacio exterior, se vuelca sobre el más interior de los espacios, el del alma humana. Cabreo a unos fans y entusiasmo a otros, tuvo sus más y sus menos con el tiburon de la baja audiencia. Pero sobre todo, al final, cumplio con la maxima que uno de sus creadores Ronald D. Moore escucho de boca del inefable Harlan Elison: "Nunca seas una puta".

Por que eso es lo genial de este final, que la serie se mantiene fiel a si misma. Quedan cabos sueltos, cosas sin explicar de las que nos gustaria saber más, pero la historia de los personajes, incluyendo la misma estrella de combate, se completa, alcanza su destino. Lo importante no es tanto el destino como el viaje, lo que les ocurre a los viajeros. Los huecos podemos rellenarlos cada uno como más nos guste o mejor se adecue a nuestro bagaje cultural. A los que les gusten las moralejas, la ultima escena consigue agrupar en un par de minutos unas cuantas de forma tan habil como directa, visual y verbalmente.

Poco mas que decir, pues, salvo que quizas deberiamos hacer como en El Club de los Poetas Muertos, esto no es un concurso de misses ni un manual cientifico. Claro que quedan lagunas y cabos sueltos, igual que en una sinfonia, los silencios pueden ser tan importantes como las notas.