martes, marzo 24, 2009

El final de Battlestar Galactica


"Farewell, go well, there is nothing left to say...." dice la cancion de The Pogues (The Body of an American). La que ponen en "The wire" cuando velan a los policias, el cuerpo del compañero difunto sobre una mesa de billar y todos brindando a su salud justo despues de que el sargento Landsman haya hecho uno de sus inspiradas elegias al difunto.

Esta fue una de las primeras ideas que me vinieron a la mente dandole vueltas al final de Galactica del que tanto se esta hablando por la red. Y sí creo que puedo hablar de el sin hacer spoilers, aunque todos quedan avisados.

Tomando de nuevo el papel de Landsman, diremos que aqui yace tras su andadura de cinco años el cuerpo de la serie galactica , tuvo algunos capitulos magnificos, otros de relleno y otros que encantaron a unos y confundieron a otros. Hablo de religion, de las cloacas de la politica, de esperanza y desesperacion, de odio y amor, todo ello en el ambiente cerrado y claustrofobico de la ultima flota espacial de la humanidad, una de las muchas paradojas de la serie, ambientada en el espacio exterior, se vuelca sobre el más interior de los espacios, el del alma humana. Cabreo a unos fans y entusiasmo a otros, tuvo sus más y sus menos con el tiburon de la baja audiencia. Pero sobre todo, al final, cumplio con la maxima que uno de sus creadores Ronald D. Moore escucho de boca del inefable Harlan Elison: "Nunca seas una puta".

Por que eso es lo genial de este final, que la serie se mantiene fiel a si misma. Quedan cabos sueltos, cosas sin explicar de las que nos gustaria saber más, pero la historia de los personajes, incluyendo la misma estrella de combate, se completa, alcanza su destino. Lo importante no es tanto el destino como el viaje, lo que les ocurre a los viajeros. Los huecos podemos rellenarlos cada uno como más nos guste o mejor se adecue a nuestro bagaje cultural. A los que les gusten las moralejas, la ultima escena consigue agrupar en un par de minutos unas cuantas de forma tan habil como directa, visual y verbalmente.

Poco mas que decir, pues, salvo que quizas deberiamos hacer como en El Club de los Poetas Muertos, esto no es un concurso de misses ni un manual cientifico. Claro que quedan lagunas y cabos sueltos, igual que en una sinfonia, los silencios pueden ser tan importantes como las notas.

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