La Dama del Lago tiene una oferta para Thorlot. Es una pena que ella, descendiente de druidas y con un innegable talento para el arte, malgaste su don con formas menores del mismo. ¿Cuanto mas podría progresar bajo la tutela de la Hermandad del Lago?. Esta es su oferta.
Mientras todo esto ocurría, Marek trata de conseguir una audiencia con ese misterioso obispo irlandés,
Patricio de Armagh. La tarea es difícil, el obispo esta permanentemente rodeado por una guardia de irlandeses enormes armados hasta los dientes, y que fulminan con gélidas miradas de sus ojos azules a cualquiera que se acerque al santo varón.
Si, este patricio |
Finalmente Marek consigue que le den un aviso al obispo, y al dia siguiente este le recibe en un descampada tras la residencia que le han asignado en la ciudad. Patricio es un britano de mediana edad, que ha consagrado su vida a llevar la Palabra a Hibernia, o Eriu como la llaman sus habitantes. Su éxito ha superado cualquier expectativa, y los irlandeses se están convirtiendo en masa. Eso ha tenido hasta ahora solo consecuencias negativas para Britania, ya que todos los irlandeses que no desean vivir en un país cristiano se han subido en un barco y están tratando de instalar en Britania. Ademas la conversión de los reyes irlandeses tampoco ha detenido sus incursiones, al menos hasta ahora. Precisamente por esto se encuentra aquí Patricio, a petición de su colega Afranio de Londinium, para tratar de poner fin a las incursiones con un tratado. La plaga que sufre Londinium ha impedido a Afranio acudir al colegia, así que Patricio se ha convertido en el representante de Cristo ante el Alto Rey Vortigern.
Explicada su presencia y sus objetivos, Patricio muestra primero su sorpresa de que existan sajones cristianos, y despues trata de convencer a Marek de que acepte las Sagradas Ordenes para llevar a cabo entre los sajones la misma misión que el llevo a cabo entre los irlandeses: Difundir la Palabra. Remata la oferta con su famosa parábola del trébol como representación viviente de la Santísima Trinidad.
Pero Marek rechaza la oferta. Llevar el evangelio a sus compatriotas es sin duda una noble misión, pero no es el quien debe llevarla a cabo, al menos, no en este momento de su vida. El obispo no puede evitar mostrar cierta decepción, pero asume que si Marek no ha recibido la misma llamada que él recibió, no tiene sentido forzarle.
Kjallak y Wulfric (con C, no confunidr con Wulfrig :-) ) , por su parte ha aprovechado estos dias para hacer discretas averiguaciones que han ayudado a sus compañeros, como que tanto el Archidruida Blaise como el Obispo Patricius hacen rituales al alba sobre la Fuente y la Estatua en el foro todos los amaneceres, que personalidades han llegado ya a la ciudad, a cuales se espera pronto o como la hostilidad religiosa y la energía mágica han cristalizado en las dos enormes iconos espirituales del Arcangel y la Victoria.
Kjallak también aprovecha para profundizar en su cambio de imagen. Pasa una mañana entera en los baños no solo lavándose a conciencia sino haciéndose depilar de orejas para abajo y dejándose ungir con ungüentos y perfumes. Sus compañeros tienen dificultad para reconocerle cuando sale de las termas. Es una pena que aún no se haya inventado el recurso publicitario de Antes/Después.
Durante estos acontecimientos Rowen, siempre entregada a su labor como guardia de corps de Jorun, trata de hacerse con la situación en la ciudad.¿Recordais que dijimos que aquí se jugaban varias partidas?. Pues esta es otra. Al contrario que el collegia anterior, celebrado dos años atrás en Londinium, a esta se espera que acudan muchos mas reyes, algunos ya están aquí, y todos se han traído su guardia personal, sin la que no van a ningún lugar.
Hola guapa. ¿Reinas o trabajas? |
Uno de los reyes que ya están aquí, el joven Cadell ap Cyngen de Powys, decide acudir a presentar sus respetos a esta nueva reina de los sajones. Como media ciudad ha podido admirarla montada en su cabello blanco, y siendo como es un rey joven y con gran confianza en si mismo, seguramente podrá engatusarla con facilidad. Ni que decir tiene que se ve hondamente decepcionado.
Sin embargo la decepción es un sentimiento que la propia Jorun tendrá que aprender a aceptar tambien. El Alto Rey Vortigern la llama a su presencia. Pronto resulta obvio que Rowena, la hija de Hengist, también se ha enterado de la magnifica entrada de Jorun en la ciudad y no esta dispuesta a dejarla pasar. Vortigern le comunica a su subdita que no la reconoce como reina, ya que se ha proclamado como tal sin consentimiento de su soberano Hengist, y que debe abandonar toda pretensión de adornarse y presentarse como tal o atenerse a las consecuencias.
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