O algo así gritarían los patricios de Roma en aquel año 509 A.C, cuando decidieron destronar al ultimo rey, Tarquinio el Soberbio. La violación por su hijo de la joven patricia Lucrecia fue la gota que colmo el vaso de la paciencia de los nobles, que decidieron destronar al rey y sustituirlo por una república.
El suceso de Lucrecia, básicamente legendario como otros hechos de la historia temprana de Roma, tiene connotaciones sospechosamente moralizantes y a la vez muy reveladoras. Si Sexto Tarquinio hubiera violado a una plebeya, nada hubiera pasado. El hecho de que Sexto pretendiera salir impune de esta acto, seguramente refleja una situación política en que la Monarquía constitucional (en el sentido en que había unas leyes que la limitaban) pretendía convertirse en absoluta.
Otro duro golpe para el mito de la República es que tuvo poco de excepcional. En la época en cuestión la monarquía era una forma de gobierno en franco retroceso en el mundo mediterráneo. En un Mediterráneo Occidental que tenia a las polis griegas como referencia política y cultural, las ciudades-estado iban siguiendo el ejemplo heleno de sustituir a los reyes por oligarquías aristocráticas. Posteriormente estas oligarquías evolucionaban a democracias, tiranías... e incluso volvían a convertirse en monarquías.
En el caso particular de Roma, sus ciudadanos no hacían otra cosa que seguir el ejemplo de sus vecinos etruscos, que tanta importancia tuvieron en el desarrollo temprano de Roma. Los enigmáticos etruscos dieron a Roma gran parte de su religión (eso de que la religión griega y la romana son lo mismo es una simplificación bastante ramplona), su primer urbanismo y seguramente gran parte de sus instituciones. Sin embargo el chauvinismo romano les impedia reconocerlo.
El caso es que en su primer momento la república romana fue una oligarquía. Los patricios expulsaron al rey, y los patricios decidieron cual seria la nueva forma de gobierno, que adopto la forma de un consejo llamado senado, y dos magistrados, llamados en primer lugar pretores, que luego cambiaran su nombre por cónsules.
¿Y la plebe?. Pues la plebe fue un convidado de piedra en todo este proceso, pero las cosas no quedaron así por mucho tiempo.
Como ha pasado siempre en estos casos, los vecinos Roma vieron todo esto como una oportunidad. Roma sufría convulsiones internas, así que era el momento de atacarla. La joven república paso los siguientes años luchando con varios de sus vecinos: etruscos y volscos principalmente. En todas estas guerras los plebeyos debían participar junto a los patricios, pero sin que esto contribuyera a mejorar su situacion política. Así que un día se hartaron y dieron un ultimátum a los patricios: o esto cambia o va a ir a jugar a soldaditos vuestra lupa madre. Alguien de entre los nobles padres conscriptos debió decir, "pues si no os gusta largaros". Y lo tomaron la palabra.
La Secesión de la Plebe fue literalmente eso, los plebeyos abandonaron la ciudad y se marcharon a las afueras, amenazando fundar una ciudad nueva para obligar a los patricios a ceder poder, iniciando una dinámica que se extendería a lo largo de cinco siglos. La secesión de la Plebe se repetiría en varias ocasiones, pero otras veces no seria necesario llegar tan lejos. Poco a poco los plebeyos irían ganando el acceso a las magistraturas, el senado, el derecho a casarse con los patricios... Y sobre todo el derecho a nombrar a los Tribunos de la Plebe, magistrados plebeyos con acceso al senado y derecho de voz, voto y veto. Los tribunos de la plebe podían vetar las decisiones del senado.
Pero dejemos para mas adelante la exploración en profundidad de las instituciones de la República Romana y hablemos de la situación política y militar. A la caída de la monarquía, Roma era una potencia menor, pero potencia al fin y al cabo. Era una ciudad de tamaño respetable para aquella época y lugar, y controlaba la llanura del Lacio, en abierto desafió a los etruscos, que la habían visto como su patio trasero hasta la expulsión de los reyes. Los ecuos y volscos, vecinos por el sur y el oeste tampoco eran muy amistosos. Ya sabéis, los romanos siempre haciendo amigos.
De esta manera suele presentarnos a la joven República la historia romana. Rodeada por enemigos, solo gracias al tesón de sus ciudadanos y al sacrificio de nobles prohombres como Cincinnato, Scaebola o Bruto, la república puedo salir adelante.
Bueno, no cabe duda que hubo grandes sacrificios, pero la situacion no eran probablemente tan difícil como los hagiografos de la república quieren hacernos creer. Si realmente los etruscos hubieran deseado tanto la destrucción de Roma, lo habrían conseguido fácilmente. Pero solo las ciudades etruscas mas cercanas a Roma, especialmente Veyes, rivalizaban con ella. Y los volscos y ecuos eran enemigos duros pero que difícilmente podían acabar con una ciudad amurallada y a la cabeza de una liga. Para los demás poderes que había en Italia eran neutrales hacia Roma, e incluso la poderosa Cartago hizo un tratado con ella. Los cartagineses veían en los romanos un conveniente contrapeso en la Italia central a los etruscos.
Unas lineas mas arriba he mencionado a Veyes. Quizás no os suene este nombre, pero hubo un momento en que esta ciudad etrusca y Roma lucharon una larga guerra a vida muerte. El motivo puede parecer nimio: el control de unas salinas en la desembocadura del Tiber. Pero en el siglo V A.C, esas salinas eran una de las mayores fuentes de riqueza de la Italia Central, y para Veyes y Roma controlarlas era una cuestión de vida o muerte. Así que se embarcaron en una guerra de mas de diez años, que acabo con la toma y destrucción de la ciudad etrusca.
Veyes fue la primera en sufrir los efectos la implacable obstinación romana, esa incapacidad casi sobrenatural de los quirites para darse por vencidos , gracias a la cual podrían sobreponerse a todo tipo de desastres, seguir adelante y darle la vuelta a la situacion. La virtud que les permitiría fundar un imperio.
Esa virtud fue puesta a prueba muy pronto cuando los galos de Breno tomaron la Ciudad Eterna y la saquearon en el año 390 A.C.
Podcast de este periodo.
Estos son los podcast que Mike dedico a esta epoca de la historia romana con algunas ideas para uso en partida. Este primer siglo fue para Roma el de ser o no ser, sobrevivir o morir.
- El capitulo 4: trata de la fundación de la república. Puedes
- El capitulo 5: trata del enfrentamiento patricio-plebeyo y de la primera victoria de estos últimos: la creación del cargo de Tribuno de la Plebe.
- El capitulo 6: trata de un momento trascendetal para la Historia de Occidente: los romanos deciden poner su ley por escrito, con la aprobación de la ley de las Doce Tablas. La ley deja de ser una tradición oral y se ponen los cimientos del Derecho Romano.
- El capitulo 7: habla de Cincinnato, el primer Dictador de Roma.
- El capitulo 8: Continuación del 7, habla de la dureza de las decadas que siguieron a la aprobación de la Ley de las Doce Tablas.
- El capitulo 9: Habla de la Guerra con Veyes (Veii).
- El capitulo 10: Habla de la guerra con los galos, la derrota ante estos y la toma por Breno de la Urbe.
Claves para partidas
Esta es la época del ciudadano-soldado y este es su mayor potencial . Las obligaciones militares son perfectamente compatibles con la vida del granjero romano. Recordad, Cincinato dejaba el arado para ir a las sesiones del senado. Y podia hacerlo por que su campo estaba lo suficientemente cerca. Veyes, la terrible enemiga con la que Roma estuvo en guerra tanto tiempo estaba a... 16 Kilometros de la Urbe.
Pensadlo. Termina la cosecha, te pones la cota de malla, coges la lanza, te juntas con tus vecinos y esa misma tarde estais en el sitio de Veyes. Cuando un mes o así despues acaba tu turno, te pasas por el Foro antes de volver a tu granja y votas en los comicios para elegir al Tribuno de la Plebe. O escuchas a un orador junto a los rostra y te unes a el en una de las Secesiones de la Plebe. ¿Veis lo que quiero decir?. El potencial es tremendo porque aunque Roma ya no es un villorrio,sigue siendo una ciudad relativamente pequeña, con quizas unos 20 o 30 mil ciudadanos. No esta aislada del mundo, en sus calles y muelles puedes ver etruscos, cartagineses, samnitas, griegos de Sicilia y la Magna Grecia... Pero toda esta gente esta de paso. En Roma se pueden hacer negocios pero nadie se queda en ella. De momento es solo una ciudad-estado más entre las muchas de Italia.
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