lunes, septiembre 09, 2024

Campaña Ad Astra II: El Pecio

 Hola de nuevo. Segunda entrega de la campaña, bautizada como Ad Astra (sin nada que ver con el juego  del mismo nombre).  En esta ocasión hemos jugado el modulo gratuito de The Expanse, Salvage Op, con las adaptaciones necesarias para jugarlo en la ambientación de 2300 AD.

La Oferta de Oktai.

La Retorno a Ítaca  esta amarrada en la Estación Augereau, en el Brazo Frances, tomando una copa en uno de los bares de la sección de transeúntes cuando les abordo un tal Ivan Oktai, que resulta ser miembro del brazo clandestino de los Hijos de Prometeo. Podríamos decir que un agente o un espia, para que quede más claro.

Tras un poco de charla insustancial aborda a Hera proponiéndole un trabajo bien remunerado "fuera de canales oficiales". Se trata de buscar una nave contrabandista que ha faltado a su cita acordada en Elisia, planeta Joi, sistema 61 Ursae Majoris. La nave transportaba un cargamento de armas alemanas y hay que recuperarlo, también averiguar que ha pasado con ella y la tripulación. A cambio de realizar esta misión les ofrece una generosa recompensa, además, las Hijos solo están interesados en el cargamento, si la nave es recuperable, es todo suya.

Una vez el equipo acepta la misión, Oktai les da los datos necesarios para llevarla a cabo. La nave se llama Picus, y se encuentra en una orbita alrededor de Derby , segunda luna del gigante gaseoso Unferth, 5º planeta del sistema estelar de la Reina Alicia (DM +46 1797,HD 181655 ),  Por ultimo  las armas deben ser entregadas en la estación beltalouda de Reynolds, en  el sistema DM +48  2108, uno de los pocos puertos beltalouda que quedan en el Brazo Frances.


El Derelicto




Tras dos semanas de viaje , la tripulación del Retorno a Ítaca sale de curvatura en la orbita de Unferth, en vez de la mas segura de la rocosa luna Derby. 

El grupo ha optado por asumir este riesgo para dificultar la detección de su nave mientras pasan las largas horas necesarias para descargar en el pozo gravitatorio del gigante de gas la radiación del motor de curvatura.

Los viajeros monitorizan el trafico de radio en el sistema mientras tanto, apagando su propio transpondedor para ocultar su presencia. La Royal Space Force protege con celo el sistema, y ha tenido enfrentamientos con naves beltalouda en el pasado. Así que ninguna precaución es poca.

Cuando termina la descarga de la espiral de tantalio, la nave empieza su aproximación a la orbita de Derby. Nico, la piloto, aprovecha la gravedad de Unferth y la inercia todo lo que puede para encender los motores la menor cantidad de tiempo, usando los impulsores de maniobra para corregir la trayectoria.  Mientras tanto, el equipo que va a abordar la Picus se prepara en la esclusa principal. Lo forman Hera, Jarrah y Casey Khatri. 

Tras unos minutos en la orbita indicada, los escáneres detectan otra nave. La otra nave parece ser un carguero pequeño modificado, de unos 50 metros. Un escáner visual muestra que tiene cañones de defensa de punto, cosa rara en una nave civil. No hay nombre de registro, o marcas relacionadas, en el casco de la nave y no hay señal de transpondedor. La ausencia de un transpondedor indica que el mismo está dañado, apagado o  se trata de una modificación ilegal de los sistemas, lo que sugeriría que se trata de contrabandistas. La nave esta a oscuras, sin casi huella de calor y no muestra signos de actividad.

Deciden acoplar ambas naves y extender un pasillo de abordaje entre las escotillas de ambas para que el grupo de abordaje pase a la Picus. Una vez verificado que no hay atmosfera al otro lado de la escotilla, los tres asaltantes se colocan las escafandras, comprueban sus trajes y abren la escotilla.

El interior de la Picus esta oscuro y sin aire. Nada mas entrar se dan de bruces con un tripulante en su traje de vació, pero esta muerto, el cuerpo sostenido por la ingravidez y las botas magnéticas que lo mantienen pegado a un mamparo. Tras hablarlo, los tres deciden ir hacia popa, donde esta el reactor, a ver si lo pueden poner en marcha y dar energía a la nave. Puede que hasta presurizarla.

El equipo de abordaje empieza a dirigirse hacia la proa, girando en gravedad cero para pasar por la escotilla que da acceso a la bodega de carga. El vasto espacio resulta lóbrego y amenazante, completamente a oscuras, con solo los haces de luz de las linternas de los trajes iluminándolo. No obstante, lo atraviesan con decisión hasta llegar al otro extremo, al mamparo que da acceso a la sección de Ingeniería.

Los Drones
Entonces es cuando empieza todo, en cuanto la escotilla se abre, ven frente a ellos un dron de seguridad, un disco metálico de un metro de diámetro con un arma de proyectiles acoplada. Sin embargo reaccionan con rapidez y lo eliminan antes de que pueda actuar.

Pero el dron no esta solo, mientras los PJ empiezan a examinar la sección de ingeniería, otro dron llega desde la proa a través del conducto principal, entrando en la bodega de carga. Esta vez el tiroteo no es tan decisivo, y aunque sufre graves desperfectos, el dron trata de ocultarse entre la carga, pero lo descubren y le dan el tiro de gracia, justo antes de que llegue un tercer dron, que opta por disparar desde el conducto principal, alcanzando a Hera de lleno.

Hera es una beltalouda de pura cepa y no sucumbe al pánico. Lo primero es detener la perdida de aire, la bala la ha alcanzado en el hombro y traspasado el traje por delante y por detrás. Deja de hablar para ahorrar aire y mediante señas de Zhargon, les indica que se ocupen ellos del dron, que ella puede cuidar de si misma. Aguantando la respiración, se pone a cubierto y sella los agujeros del traje con los parches de emergencia. Mientras tanto, Jarrah y Casey atacan al dron superviviente, hasta que este se retira a la cubierta de personal, donde lo destruyen.

El grupo de abordaje se repliega a la cubierta de ingeniería, y ponen en marcha el reactor con rapidez y eficacia en apenas diez minutos. La luz y el calor vuelven a la nave, y también ponen en marcha el sistema de soporte vital para devolver la atmosfera. Mientras lo están haciendo, ven por las cámaras de seguridad que hay movimiento en la cubierta de personal. Alguien con un traje de vacío ha salido de uno de los camarotes y se dirige hacia el puente.

Rápidamente Jarrah y Casey se dirigen hacia al puente para intentar interceptar al extraño, mientras Hera conecta la frecuencia de la Picus con la de la Retorno a Ítaca para que Ade Akintola, el pico de oro del grupo, hable con el superviviente y le convenza de que no tiene nada que temer antes de que haga algo irreparable.

Kai Tollen
La superviviente resultar ser Kai Tollen, antigua capitán de la nave.  En cuanto se tranquiliza y puede comer y beber, les dice lo que paso. Cuando estaban revisando el cargamento, uno de los drones se activo y empezó a atacar a la tripulación, identificándolos como enemigos. Activo a los otros dos y entre los tres acabaron con el resto de la tripulación. Una de las primeras cosas que hicieron fue parar el soporte vital y despresurizar la nave. Después pusieron el  reactor en Stand-by. 

Todo esto paso hace semanas, Kai ha conseguido sobrevivir  inyectándose dosis de MetabolX Beta (pagina 50 de 2300 DC) para reducir el ritmo de su metabolismo y gracias al oxígeno que ha conseguido reciclar con ayuda de un kit de supervivencia que ha modificado. 

Tanto según la ley marítima (que es la que se aplica en el espacio) como la costumbre beltalouda, la recuperación de la nave por parte de los PJ se considera un rescate legitimo, así que ellos son los nuevos propietarios. Sin embargo tratar de reclamar su posesión ante tribunales ordinarios podría suponer problemas obvios, debido a las circunstancias en las que se produjo el rescate. Tras hablar un rato sobre el tema, los PJ deciden incorporar a Kai a la tripulación y dividirse en dos tripulaciones de 4, y poner rumbo a la Estación Reynolds.

Justo cuando se van a poner en marcha, reciben una advertencia de la Resoloute, una fragata de la RSF británica, conminándoles a encender sus transpondedores y prepararse para una inspección,  pero consiguen dejarla atrás antes de que les identifiquen.

La Estación Reynolds.



E
La Estación Reynolds , con sus 6000 habitantes es uno de los mayores centros de la civilización beltalouda fuera del Sol. En este lugar vive un tio-abuelo de Hera y su familia y quedan en que irán a recibirles al muelle. 

En cuanto entran en la estación los PJ recuerdan por que las instalaciones beltalouda son diferentes. La luz es más tenue de lo habitual, no hay grandes espacios publicitarios sino paneles indicativos de los servicios más necesarios, hospital, navieras, estibadores, etc. Todo el mundo parece ir con monos de trabajo y llevar algún tipo de herramientas. En cuanto salen de la zona de muelles se ven las señales de que es un lugar donde viven familias, columpios, guarderías, avisos de zonas con presencia de menores, una costumbre beltalouda para evitar cierto tipo de negocios, palabras y actitudes en las zonas más familiares de sus abarrotadas estaciones.
Al parecer el Copilot no puede colocar
las letras en su sitio si no es de pago.

El contacto que les dio Ivan Oktay es una empresa llamada Shamrock Lifting. En cuanto conectan sus PDAs a la red wifi de la estación, reciben una llamada automática de su parte, y al cogerla, aparece en pantalla su única empleada, Amanda O’Shawnessy , una vivaracha pelirroja, miembro de una notoria familia de comerciantes Libertinos, con cruceros temáticos y todo. 

Amanda les dice que está todo preparado que solo necesita inspeccionar la carga para confirmar que todo está “en regla” mientras les guiña un ojo. Amanda se pone un traje espacial y les acompañara a la bodega de la Picus. Ha contratado a una cuadrilla de estibadores y estos se llevan las cajas a un almacén propiedad de Shamrock Lifting.

También les hace una oferta por la Picus y los PJ lo aceptan. Acuerdan que la mitad del pago sea con transferencia bancaria y la otra mitad en krugerrands  azanianos.

Durante este proceso, Jarrah se fija en un tatuaje de una cabeza de moro que lleva uno de los  estibadores. Es la marca de un miembro de la Unione Corse, la mafia corsa, uno de los sindicatos criminales más poderosos del Espacio Humano.

Al terminar, Ämanda les invitara a tomar algo en el Katiuska , un bar con mesas bajas y una gran ventana de observación, desde donde hay una buena vista de la red de captura para las cargas de mineral enviadas desde el cinturón con catapulta electromagnética. Mientras, beben unas copas de brandy de Beta Canum con nachos y salsa picante. Los nachos están hechos con “pasta base” de soja y la salsa picante es un secreto culinario de todo hogar y establecimiento beltalouda. 

Ya relajados, La agente naviera les propone un flete, algo rápido , llevar una carga de mineral refinado a Okavango, la colonia azaniana en Kilimanjaro. Allí se cargaría una segunda carga, de organoquimicos complejos que habría que llevar a Ceres, en el Sistema Solar. Entre líneas da a entender que esta segunda parte del flete se puede hacer de forma legal o ilegal, y que, obviamente, en el segundo caso con una prima. Los PJ deciden ir por lo legal, pero aceptan el trabajo.

Hera se reúne con su familia, mostrando cierto despego, que sorprende algo a Jarrah, pero tampoco demasiado, ya que Hera parece ser una tia algo maniática y misántropa , de esas personas que se llevan mejor con las maquinas que con las personas, aun recuerda el berrinche que se llevo cuando vio que no todos los drones eran recuperables tras ponerlos fuera de combate. Unas maquinas que se habían cargado a una docena de personas por un fallo de funcionamiento.

La Tienda Pentapoda

En la estación Anderson se venden libremente productos pentapodos sin casi restricciones, especialmente en “Penta Shack”, el establecimiento de  Sue Svavoda. Aparte de los productos típicos, Biocatadores, Bioelentes, etc. Sue tiene un amplio catalogo de productos, incluyendo la posibilidad de acceder a los servicios del enclave pentapodo en Beta Canum para fabricar un producto, “a la medida”

Jarrah y Hera visitan la tienda y esta ultima adquiere un par de biolentes, que le permiten ver en el espectro infrarrojo y hacer zoom de hasta x5. Sin embargo este tipo de productos no son bien vistos en el Núcleo, y lo más prudente seria quitárselas si quiere descender a la superficie de Terra o Tirane.


martes, septiembre 03, 2024

Campaña Ad Astra I: Arrancamos Motores

 Arranca la Nueva Campaña.

Buenas, pues ya empezamos con la partida ambientada en el universo 2300 DC. Como no soy muy fan de Traveller como sistema, y tras valorar algunas alternativas como Savage Worlds y diversos sabores de FATE, finalmente me incline por probar The Expanse RPG, de Green Ronin.

Opte por esta opción porque quería probar un sistema nuevo, en este caso el AGE de Green Ronin, y por que ambas ambientaciones casan bien entre si. Ciencia ficción dura, sin mas atajos tecnológicos que los justos y necesarios. De momento el mashup funciona bien de momento, ya iremos viendo.

En la primera sesion no nos dio tiempo mas que ha hacer los PJ  (de momento solo hay dos jugadores, mas adelante se incorporara un tercero) y empezar la primera aventura. De momento os pongo aquí a los PJ , cuando terminemos la aventura subiré una crónica.


La "Retorno a Itaca"


Es la nave de los PJ, un mercante con capacidad atmosférica, ideal para llevar y traer mercancías de la

Frontera sin pasar por los tediosos tramites de los astropuertos y terminales orbitales.... Y quizás también evitar pagar algún impuesto que otro.

La nave pertenece a Chiron Mercantilus, una subsidiaria de Far Frontiers, y como todas las empresas de este conglomerado de origen cinturiano, es una sociedad cooperativa donde los trabajadores participan en los beneficios. 

Los PJ comparten la nave con los otros seis miembros de la tripulación, 

Addison “Addy” Grant es un ingeniero con mucho entusiasmo  que es bueno arreglando cosas y haciendo amigos.

Ade Akintola es un líder natural, ambicioso y con un don para la intriga.


Casey Khatri es una ex-soldado a la que es bueno tener de tu lado, tanto en una pelea como cuando hay que poner las cosas en su sitio.

Chao Sokolov es un medico compasivo con un pasado criminal, y habilidades que lo reflejan.

Izzy Moon es una hacker lista y autodidacta que sabe como apañárselas con lo que tiene a mano.

Nico Velez es una piloto cínica, entrenada en la Armada Espacial de EUA pero que no encontró de su gusto la vida militar.


Nota: para completar la tripulación hemos usado a los seis PJ pregenerados que aparecen en el Quickstart del The Expanse RPG.

Los PJ.

Hera Nagata

Una Joven Ingeniera Informática de altas capacidades; Beltalouda, rebelde y competitiva. Nativa de Ceres, tiene nacionalidad francesa y es miembro de los Hijos de Prometeo, por influencia de su madre, Rhea Nagata, hermana mayor de James Nagata y lo que la convierte en su sobrina.


Ha heredado por vía materna la adaptación  genética mADN Zero G, por lo que se puede mover tanto por entornos de microgravedad como de gravedad estándar.


A los 12 años fue becada por la empresa Far Frontiers  para cursar estudios avanzados en Ingenieria e Informática en la Universidad de la Nouvelle Sorbone  en Mare Serenitatis, Luna.


En la Universidad participó en actos reivindicativos, cosa que consta en su expediente policial. La férrea voluntad beltalouda y sus altas capacidades, le ayudaron a superar el desprecio y “bulling” xenófobo a la que fue sometida durante sus estudios, logrando licenciarse con una buena nota, aunque injustamente rebajada.


De piel clara, ojos oscuros, pelo rapado en uno de sus lados y coloreado en tonos morados, es de complexión ligera: mide 1,63 altura y pesa 53 kg. Aparte de los tatuajes de su clan, los Hijos de Prometeo (mano agarra antorcha que prende una estrella), su cuerpo está adornado con diversos tatuajes tribales.


Arisca, fría y cortante, le gusta mantener distancia, tanto física como emocional. Es muy pragmática y le cuesta aceptar órdenes.


De la tripulación de Retorno a Ítaca, con quien mejor se lleva es con Nico Velez. Jarrah, el australiano, es un "buenorro" que ha demostrado ser capaz, pero es inaguantable.


Jarrah Marika 

Jarrah Marika, es un australiano de 30 años, con rasgos marcados por su ascendencia aborigen. Al alcanzar la madurez, como parte del rito ancestral del “walkabout”, fue enviado a recorrer en solitario la vasta tierra de Arnhem para encontrarse a sí mismo.
Lo que comenzó como una búsqueda espiritual se convertiría en el catalizador de su futuro, ya que Jarrah había vivido atormentado por un profundo sentimiento de culpa. Su hermana melliza, Kirra, había nacido gravemente enferma debido a complicaciones en el parto y él siempre se había sentido responsable. Durante su “walkabout” tuvo la revelación de que él no solo era el culpable sino que también debía ser él quien encontrara una solución. Fue entonces cuando decidió que su código ético no sería un obstáculo para cumplir sus objetivos y empezó a tomar decisiones moralmente cuestionables. Al fin y al cabo, ¿quién puede trazar la línea que separa el “bien” del “mal” en la inmensidad del cosmos?

Jarrah se tornó en una persona de pocos amigos, independiente y fuerte. Logró establecer contacto con “Provolution”, una organización que prometía ser la solución a sus problemas. Los dilemas morales sobre los implantes neuronales y desarrollos de ADN tan controlados y vetados por los conservadores gobiernos de la Tierra no parecían un problema para este grupo. Todo lo contrario, eran socialmente activos y defendían abiertamente el desarrollo de esta tecnología que, sin duda, podría ayudar a su hermana. El problema del dinero ya lo resolvería más adelante.
Poco a poco se convirtió en un miembro bastante activo en la organización hasta que la participación en una acción tuvo un resultado indeseado y trajo problemas con la autoridad. Sin detenerse a valorar las consecuencias, esa misma noche tomó sus ahorros y puso rumbo al espacio. Gracias a las escasas comunicaciones con su familia dedujo que no está buscado por las autoridades de su tierra natal pero quizá sus excompañeros no le reciban con los brazos abiertos si se los vuelve a encontrar.

Desde entonces ha estado vagando por el Espacio Humano, trabajando como mecánico poniendo a disposición sus escasos conocimientos y notable fuerza. Ha entablado amistades superficiales y tenido fugaces relaciones en sus travesías hasta que finalmente aterrizó en “El Retorno a Ítaca”. La tripulación parece gente con ideales claros y moral cuestionable, quizá por eso se siente cómodo con ellos, aunque duda que puedan ser útiles para cumplir su objetivo. Mientras tanto, se lo pasa bien, con alguna más que con otros, y quién sabe, quizá algún día pueda rebautizar la nave como ”Retorno a Arnhem”.