Arranca la Nueva Campaña.
La "Retorno a Itaca"
Es la nave de los PJ, un mercante con capacidad atmosférica, ideal para llevar y traer mercancías de la
Frontera sin pasar por los tediosos tramites de los astropuertos y terminales orbitales.... Y quizás también evitar pagar algún impuesto que otro.
Los PJ.
Una Joven Ingeniera Informática de altas capacidades; Beltalouda, rebelde y competitiva. Nativa de Ceres, tiene nacionalidad francesa y es miembro de los Hijos de Prometeo, por influencia de su madre, Rhea Nagata, hermana mayor de James Nagata y lo que la convierte en su sobrina.
Ha heredado por vía materna la adaptación genética mADN Zero G, por lo que se puede mover tanto por entornos de microgravedad como de gravedad estándar.
A los 12 años fue becada por la empresa Far Frontiers para cursar estudios avanzados en Ingenieria e Informática en la Universidad de la Nouvelle Sorbone en Mare Serenitatis, Luna.
En la Universidad participó en actos reivindicativos, cosa que consta en su expediente policial. La férrea voluntad beltalouda y sus altas capacidades, le ayudaron a superar el desprecio y “bulling” xenófobo a la que fue sometida durante sus estudios, logrando licenciarse con una buena nota, aunque injustamente rebajada.
De piel clara, ojos oscuros, pelo rapado en uno de sus lados y coloreado en tonos morados, es de complexión ligera: mide 1,63 altura y pesa 53 kg. Aparte de los tatuajes de su clan, los Hijos de Prometeo (mano agarra antorcha que prende una estrella), su cuerpo está adornado con diversos tatuajes tribales.
Arisca, fría y cortante, le gusta mantener distancia, tanto física como emocional. Es muy pragmática y le cuesta aceptar órdenes.
De la tripulación de Retorno a Ítaca, con quien mejor se lleva es con Nico Velez. Jarrah, el australiano, es un "buenorro" que ha demostrado ser capaz, pero es inaguantable.
Jarrah Marika
Lo que comenzó como una búsqueda espiritual se convertiría en el catalizador de su futuro, ya que Jarrah había vivido atormentado por un profundo sentimiento de culpa. Su hermana melliza, Kirra, había nacido gravemente enferma debido a complicaciones en el parto y él siempre se había sentido responsable. Durante su “walkabout” tuvo la revelación de que él no solo era el culpable sino que también debía ser él quien encontrara una solución. Fue entonces cuando decidió que su código ético no sería un obstáculo para cumplir sus objetivos y empezó a tomar decisiones moralmente cuestionables. Al fin y al cabo, ¿quién puede trazar la línea que separa el “bien” del “mal” en la inmensidad del cosmos?
Jarrah se tornó en una persona de pocos amigos, independiente y fuerte. Logró establecer contacto con “Provolution”, una organización que prometía ser la solución a sus problemas. Los dilemas morales sobre los implantes neuronales y desarrollos de ADN tan controlados y vetados por los conservadores gobiernos de la Tierra no parecían un problema para este grupo. Todo lo contrario, eran socialmente activos y defendían abiertamente el desarrollo de esta tecnología que, sin duda, podría ayudar a su hermana. El problema del dinero ya lo resolvería más adelante.
Poco a poco se convirtió en un miembro bastante activo en la organización hasta que la participación en una acción tuvo un resultado indeseado y trajo problemas con la autoridad. Sin detenerse a valorar las consecuencias, esa misma noche tomó sus ahorros y puso rumbo al espacio. Gracias a las escasas comunicaciones con su familia dedujo que no está buscado por las autoridades de su tierra natal pero quizá sus excompañeros no le reciban con los brazos abiertos si se los vuelve a encontrar.
Desde entonces ha estado vagando por el Espacio Humano, trabajando como mecánico poniendo a disposición sus escasos conocimientos y notable fuerza. Ha entablado amistades superficiales y tenido fugaces relaciones en sus travesías hasta que finalmente aterrizó en “El Retorno a Ítaca”. La tripulación parece gente con ideales claros y moral cuestionable, quizá por eso se siente cómodo con ellos, aunque duda que puedan ser útiles para cumplir su objetivo. Mientras tanto, se lo pasa bien, con alguna más que con otros, y quién sabe, quizá algún día pueda rebautizar la nave como ”Retorno a Arnhem”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario