Hace bastante tiempo que no tocaba esta serie de artículos, y voy a ponerme al día y de paso concluirla.
No es que con el Helenismo las contribuciones de los helenos a la historia, la cultura y el pensamiento de la humanidad lleguen a su fin, pero si que con el, la Helade deja de existir como entidad política y cultural independiente, pasando a ser controlado su destino por otros, del Imperio Romano en su mayor parte.
Pero no nos precipitemos. Había dejado mi relato en el momento de la muerte de Alejandro, o más bien, del traslado de su cadáver.
¿Y ahora que?, os preguntareis, al igual que millones de personas desde el mar Adriático al rió Indo.
Incluyendo el circulo mas próximo al difunto rey de Macedonia. Alejandro había muerto sin herederos directos, aunque una de sus esposas, Roxana, estaba embarazada. Había también otros herederos potenciales, como su medio hermano Filipo Arrideo. Y por supuesto estaban todos los poderes en la sombra; desde su madre Olimpia a sus ambiciosos generales: Ptolomeo, Perdicas, Antigono...
Y paso lo que tenia que pasar. Que no se pusieron de acuerdo. Todos aquellos Sucesores (Diadocos en griego) , tenían cada uno su sucesor favorito para el trono. Y cuando todos los sucesores habían sido asesinados, se proclamaron ellos mismos sucesores de Alejandro, dando lugar una serie de conflictos de diversa intensidad, que duro hasta que Roma llego a poner orden.
Esta ultima etapa de la aventura helénica en la edad antigua, fue sin embargo fundamental para la posteridad helénica. Fue en esta época cuando se creo un dialecto del griego que todo el mundo pudiese utilizar con facilidad, el koine (común) y que, empezando de unos orígenes humildes como lengua de mercenarios, soldados y mercaderes que seguían a la hueste de Alejandro, se convirtió en la lengua principal en Oriente y el Mediterráneo durante gran parte de la Antigüedad. Cuando César, Cicerón o Claudio aprendieron griego, fue este dialecto el que les enseñaron.
Siguiendo el rastro de conquistas de Alejandro y poblando las ciudades por el fundadas, una diaspora helenica, cultural y étnica, cubrió todo Oriente: Siria, Egipto, Mesopotamia, Persia, la India. En estas ciudades o en las que fundaron sus sucesores a su imagen (Seleucia, Antioquia, Berenice, ...), se construyen ágoras, gimnasios, teatros, museos. Las obras de los escritores clásicos son recopilas y copiadas una y otra vez para que cada una de estas ciudades tenga su biblioteca con su copia de Homero, Herodoto, Jenofonte o Aristoteles.
Y el cruce de ideas filosóficas y estéticas produce resultados inesperados como los budas de Gandhara. Estatuas del Iluminado creadas siguiendo el canon de Policleto y las técnicas de los paños mojados. Mas de dos mil años antes que las estrellas de Hollywood, estos otros occidentales ya iniciaron la moda de convertirse al budismo. Solo un botón de muestra de esta epoca de rico mestizaje.
Pero nos alejamos de nuestro propósito. El Helenismo, o laa era de los diadocos, como también se le llama, es una época muy propicia para los aventureros. Grande espacios recién abiertos a los emprendedores helenos, civilizaciones antiguas y misteriosas, el koine como lengua franca que te facilita el movimiento desde el Indo hasta Gibraltar...
En lo que al rol se refiere es la época perfecta, tan parecida a la Era Hiboria de Howard que no puede ser una casualidad: zocos repletos de exotismo, miles de dioses, mercenarios, piratas, barbatos de norte (los gálatas), ciudades moribundas (Babilonia), el Nilo...
Puedes escoger las tramas que desees: Acompañar a los ejercitos de Pirro en su expedición contra Roma, viajar por el Mar Eritreo hasta la India, conspirar en las cortes de Alejandria y Selucia. Puedes ser un filosofo ateniense, un mercenario espartano, un bárbaro gálata... Y aun no hemos empezado a hablar de sazonar la campaña con algunos toques de fantasía: elfos galatas, hechiceros egipcios, sacerdotes babilónicos...
Pero mientras los helenos se dedicaban a todo esto, se perdían en sus querellas intentistinas y disfrutaban del botin de Alejandor, en el Oeste se levantaba la potencia que les haria pasar a todos por debajo del mismo yugo: Roma.
Pero eso es otra historia y se contara en otra ocasión. Si dios quiere y la audiencia lo demanda
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