El año 250 antes de cristo (aunque obviamente nadie lo llamaba asi en aquel entonces), ha empezado hace unos pocos meses, y tras el letargo imbernal, las costas del Egeo se desperezan lentamente aprestandose a una nueva temporada de comercio. En el cabo Malea, el mayor mercado de mercenarios del Mediterraneo oriental, nuestros amigos han ido llegando, y ahora estan matando el tiempo mientras esperan una oportunidad de salir de este lugar. Lo hacen jugandose al cotabo la ultima ronda que han tomado en una posada que no es mas que una choza en la playa, sus paredes levantas con restos de naufragios.
Entonces irrumpe un hombre de apecto aguileño, perseguido por un grupo de individuos con ropas oscuras y la cara cubierta con pañuelos. Se produje una rapida puja y nuestros tres parados ya tienen empleo (¿quien dijo crisis?) y cumplen rapidamente sus deberes laborales despachando a tres individuos. Ahora tienen un problema, la vida de su nuevo patron, Antipatro, esta amenazada y no puede salir del cabo hasta el dia siguiente en que llegue su barco, el Nearco. Y es que el cabo Malea esta aislado del resto de Laconia por un perimetro patrullado por hoplitas espartanos. Gente con muy poco sentido del humor.
Tras despachar a un individuo que les seguia (y que como los tres anteriores lleva una moneda de oro con simbolos extraños. Aunque como los tres pjs son analfabetos no saben su significado), Antipatro y sus nuevos guardaespaldas embarcan hacia Creta. Una tempestad los desvia de su rumbo, y en vez de llegar a la ciudad de Cidonia, desembarcan en una cala del extremo occidental de la isla. Desde alli el tracio Miko los guia a la ciudad, aunque se pierde y tienen un tenso encuentro con un pastorcillo amalteo. Con un dia de retraso llegan a Cidonia, pero no son capaces de hacer un ultimo esfuerzo y llegar antes del ocaso y de que les cierren la puerta en las narices. Afortunadamente encuentra hospedaje en una granja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario